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Consultoria de negocios: asistencia que puede potenciar a tu empresa

Escrito por Fernando Rivarola | May 31, 2024 5:49:36 PM

¿Tu empresa actualmente atraviesa un proceso de cambios o crecimiento? ¿Estás enfrentando algunos problemas en la gestión de procesos, tareas o proyectos? ¿Estás en la búsqueda de implementar una herramienta que te brinde soporte y agilidad a tus flujos de trabajo? Si al menos una de tus respuestas es afirmativa, quédate en este artículo, en donde hablaremos sobre cómo la consultoria de negocios puede ayudarte a resolver estos interrogantes. 

Dependiendo de los motivos que te impulsaron a buscar en Google una consultoría empresarial adaptada a las necesidades de tu negocio, deberías tener en cuenta las siguientes cuestiones:

  • Existen diversos tipos de problemas por los cuales puedes requerir servicios de consultoría de negocios y administración corporativa.
  • Hay distintos tipos de consultoría aplicables para cada negocio.

En este artículo, analizamos cómo identificar la necesidad de contratar una consultoría, cuáles son las tipologías que existen, qué esperar de ellas, y te contamos un poco acerca de los servicios de consultoría que ofrecemos desde Crentio.

 

Tabla de contenidos

¿Cómo saber si preciso de una consultoría de negocios?

¿Por qué necesito de un consultor externo?

Tipos de consultoría de negocios

¿Qué esperar de un servicio de consultoría?

¿Qué hacemos en Crentio?

 

 

¿Cómo saber si preciso de una consultoría de negocios?

Probablemente, te estés preguntando si necesitas de verdad una consultoría de negocios y cómo este servicio podría mejorar tanto la eficiencia de tus procesos como el alcance de tus objetivos organizacionales. Existen algunas señales o síntomas que pueden servir de alerta para comenzar a considerar contratar una consultoría. Veamos cuáles son.

Problemas financieros en aumento

Una de las primeras señales que te pueden llevar a considerar una consultoría de negocios es tener problemas financieros que podrían poner en riesgo la liquidez de tu empresa.

Los problemas de solvencia, deudas que van en aumento, conflictos con proveedores, créditos con clientes que se vuelven cada vez más difíciles de cobrar y una gestión financiera y contable deficientes, son algunos de los síntomas que puede contribuir a que tu situación se vuelva crítica y requiera tomar medidas de forma urgente para evitar un mal mayor. 

Caída en la participación de mercado y en las ventas

Gradualmente, comenzaste a notar que surgieron nuevos competidores con nuevas opciones dentro de tu región o zona, y que entran a competir con una nueva imagen, nuevo proyecto o mejor proceso y sientes que te estás quedando atrás.

En consecuencia, tus ventas han caído, tu porción del mercado donde antes eras competitivo ya no lo eres. Entonces, no le encuentras la vuelta al proceso comercial y estás obligado a poner dinero en acciones de ventas que no terminan de generar resultados, y tienes la proyección de que si no haces algo para cambiar el rumbo, probablemente el modelo de negocio ya no sea rentable para tu compañía.

Incidentes frecuentes en la ejecución de los procesos

Cada vez tienes más quejas por retrabajo, más reclamos de parte de los clientes por devoluciones; asimismo, notas que hay más rotación de personal debido a una falta de claridad en las responsabilidades y en la ejecución de cada uno de los procesos.

A medida que pasa el tiempo en esta situación, los problemas de procesos son más evidentes, lo que los convierte en un bucle de ineficiencia.

A esto se le suma una caída del ritmo de la productividad, y entonces empiezas a pensar que quizá necesites contratar a más personas, pero esto implica un aumento de tus costos que probablemente no estés en condiciones de afrontar, o si lo estás no logra resolver el problema de raíz, lo que termina por situarte en el mismo lugar donde empezaste. 

Cuellos de botella derivados de la falta de tiempo

¿Sientes que te estás convirtiendo en el cuello de botella de tu organización porque todo depende de ti si no las cosas no funcionan? ¿Existen demoras en los procesos de autorización, fallas en los procesos de delegación y, de repente, sientes que los problemas se trasladan hacia abajo y que ni tu ni tu equipo pueden lograr una gestión del tiempo adecuada y saludable?

La falta de tiempo es un problema típico de las empresas que están comenzando a crecer, porque deben manejar un volumen de trabajo mayor al que estaban acostumbradas, lo que termina provocando muchas veces que la instancia del crecimiento sea inmanejable en un principio, aunque generalmente se termine normalizando.  

 

¿Por qué necesito de un consultor externo?

Aunque identifiques algunos problemas típicos en tu organización y tus colaboradores o colegas te lo hagan saber directa o indirectamente, lo cierto es que su mirada o perspectiva puede estar impregnada de subjetividad y responder a intereses particulares.

Por este motivo, siempre es de mucho valor que una persona ajena a la organización pueda ofrecer una mirada objetiva e imparcial que no involucre intereses de ningún tipo, más allá de aportar soluciones para analizar la situación que se atraviesa desde una mirada objetiva e imparcial, buscando solamente aportar una solución a un problema detectado.

Perspectiva externa

Normalmente, a los dueños de empresas les cuesta recibir críticas u opiniones de otras personas de la misma empresa, a menos que exista una amplia confianza como para entender que de su parte solo hay intenciones de ayudar.

Pero en el caso de los consultores externos, no hay intereses personales afectados por los cambios estructurales que podría proponer para la organización, ya que están ofreciendo un servicio y estableciendo un vínculo comercial con su cliente, por lo que no existe el mismo sesgo derivado de las relaciones personales/laborales que suelen presentarse entre los miembros de la empresa. 

A menudo, en las pymes hay más vínculos personales entre los colaboradores que en empresas de mayor tamaño. Esto puede afectar la objetividad de los asuntos relacionados con el negocio, porque estas personas podrían sugerir cambios basados en sus propios intereses más que por las necesidades de la organización, lo que podría afectar no solo las relaciones entre el dueño y sus colaboradores sino invisibilizar los problemas reales que atraviesa la empresa.

Por supuesto, esto no significa que estos empleados de pymes no se preocupen por el futuro del negocio, sino que lo que propongan o sugieran va a estar sesgado por sus intereses individuales, algo que no sucederá con un consultor empresarial externo, que no se beneficiará de los cambios que aplique la organización. 

Experiencia y conocimiento de la industria

Los consultores externos tienen la experiencia y el conocimiento de haber trabajado con empresas similares de la industria, y en función de ello, cuentan con un patrón de comportamiento, de procesos y prácticas que se realizan en ese rubro.

Esta realidad les otorga la autoridad de conocer, adoptar e implementar las mejores prácticas que resultaron efectivas en cada caso para aplicarlas en tus procesos, sin olvidar una cuota importante de personalización propia de cada caso o necesidad.

Además, los consultores entienden qué está haciendo mejor la competencia para ayudarte a proponer soluciones que aporten un valor diferencial con respecto a estos competidores, y que esto incline la balanza de preferencia de los consumidores hacia la propuesta de valor de tu compañía.

Tiempo dedicado a tus negocios

Si bien no existe nadie con la experiencia, la visión, las habilidades y el conocimiento del propio negocio como el dueño, la falta de tiempo derivada de la carga de trabajo, termina conduciendo a una postergación indefinida para realizar algún tipo de mejora en los procesos o resolver los problemas típicos de la organización.

En otras palabras, como dueño de una empresa, tienes la capacidad para hacer que su estructura funcione mejor, pero no tienes el tiempo para dedicarle.

Ahí es cuando el consultor de negocios adquiere valor, porque él sí cuenta con ese tiempo de dedicación que necesitas, al convertirse prácticamente en una extensión de ti mismo para ayudarte a lograr las mejoras a nivel empresarial.

 

Tipos de consultoría de negocios

Podemos diferenciar varios tipos de consultoría, según las prestaciones que ofrece a sus clientes. Veamos en los distintos servicios de consultoría ejemplos clave de casos en los que son recomendables.

Planeación estratégica

La planeación estratégica es una metodología orientada a alinear los procesos de negocios con los objetivos estratégicos de una empresa. Este enfoque persigue resultados a largo plazo, por lo que, para alcanzar los objetivos, es necesario trazar objetivos menores en proyectos y procesos departamentales que permitan sentar las bases para promover el cumplimiento de los objetivos mayores. El consultor que implemente esta metodología deberá incluir una evaluación o diagnóstico del estado de la empresa para identificar los principales puntos de dolor, necesidades y expectativas con el fin de detectar oportunidades de mejora.

El principal objetivo de esta consultoría estratégica es lograr que tu organización responda de la mejor manera frente a los cambios, desafíos y oportunidades que se vayan presentando, manteniendo la visión, misión y valores planteados desde la dirección general. No obstante, si tu compañía está sufriendo problemas críticos que necesiten resolverse en el corto plazo, es probable que este tipo de consultoría no sea el más adecuado para agregar valor diferencial.

Consultoria de negocios financiera

La consultoría financiera es muy específica para resolver problemas de índole financiera y contable. Entre sus servicios más requeridos, pueden incluirse la evaluación y formulación de los proyectos de inversión, asesoramiento sobre la apertura de nuevas unidades de negocios, cómo deben realizarse, si existen algunos proyectos de inversión y qué esperar de ellos, etc. Si te encuentras en una situación de desorden financiero total o de crecimiento a través de distintos proyectos de inversión en nuevos activos, nuevas sucursales y presencia internacional, la consultoría financiera puede convertirse en una alternativa clave para considerar en tu organización.

Legal

La consultoría legal se aplica generalmente cuando las empresas no cuentan con un departamento o marco jurídico que se encargue de resolver cuestiones legales con algún cliente, proveedor o colaborador, o bien el proyecto que están ejecutando es de una magnitud tal que su departamento jurídico no lo podría atender eficientemente con su propia capacidad humana.

Ya sea por no tener un departamento para asuntos legales o tener uno demasiado pequeño, la consultoría legal también es recomendable para ciertas industrias específicas que buscan expandirse internacionalmente, en donde es necesario implementar diversos cambios en los estatutos y reglamentos para iniciar el proceso de expansión. Al tratarse de un proceso ciertamente extenso y burocrático, puede ser estresante si no se cuenta con un consultor externo que entienda del proceso y sepa cómo abordarlo de la mejor manera en cada etapa.

Consultoría de procesos

La consultoría de procesos se enfoca en la búsqueda de eficiencia, productividad y efectividad de la compañía, a partir de la reingeniería de procesos, optimización y mejora de los procesos internos. Este modelo se orienta básicamente a identificar, analizar y mejorar los procesos productivos, administrativos y de negocios de tu organización, lo que implica examinar minuciosamente cómo se llevan a cabo las actividades, desde la negociación con proveedores durante el proceso de compras hasta la entrega de productos o servicios. Incluso, puede desempeñar el rol de consultoría de marketing para mejorar la eficiencia de los procesos de esta área.

Entre sus principales objetivos, podemos destacar la mejora de la eficiencia, al eliminar tareas innecesarias, reducir el tiempo de los ciclos de trabajo y optimizar la carga operativa; incremento de la productividad, buscando hacer más con menos recursos humanos o presupuestario; alineación con los objetivos estratégicos, al coincidir los objetivos operativos con los objetivos estratégicos a largo plazo (de manera similar a la planeación estratégica); y mejora continua, impulsando revisiones periódicas de los procesos para continuar optimizando.

Implementación de sistema de gestión

La consultoría para implementar un software de gestión está centrada en bajar a tierra los procesos que ya fueron optimizados o estandarizados por la planeación estratégica o la consultoría de procesos dentro de una plataforma centralizada. Aquí el consultor no solamente configura la herramienta para que los procesos se integren a esta sino que están en permanente comunicación con los colaboradores para que la implementación tenga lugar de la manera correcta y todos entiendan el funcionamiento de la plataforma.

Lo que diferencia a estas 5 consultorías es su temporalidad e impacto. Mientras que la planeación estratégica probablemente recién genere un impacto significativo a los 5 años de implementada la mejora, otros servicios de consultoría, como la implementación de software, se pueden evidenciar mejoras en un plazo quizá menor al año. En tanto que la financiera y la legal cuenta con tiempos que no dependen de la empresa, por lo que es posible que pueden depender en gran medida de los plazos que estipulen distintas entidades ajenas pero involucradas legalmente a la organización.

Ahora bien, la consultoría de procesos es más abstracta en su definición porque no monta un proceso directamente en una herramienta, pero sí te ayuda a "preparar el terreno", aplicando mejoras para que una implementación de software de gestión sea viable y aporte valor a tu compañía. 

 

¿Qué esperar de un servicio de consultoría?

Ahora que ya casi tomamos la decisión de contratar uno de estos servicios, encontramos en la consultoría de negocios ejemplos de lo que podemos esperar cuando un consultor externo se ponga en contacto con nosotros.

ROI Positivo

El primer impacto que puedes esperar de solicitar una consultoría de negocios es obtener un ROI positivo, es decir, un retorno de la inversión que ponga en evidencia la mejora de tus procesos, la implementación de una herramienta eficiente que baje a tierra esos procesos, el alcance de los objetivos estratégicos, o bien la mejora de la salud financiera de tu compañía, entre otros aspectos típicos que pueden requerir una consultoría. 

Algo más que palabras e informes lindos

Dependiendo del tipo de servicio de consultoría que elijas, el consultor experto debe ser capaz de bajar a tierra las ideas desarrolladas, y efectivamente, ser más que palabras que deleitan los sentidos. Esto significa llevar a la realidad la mejora implementada y que sea replicable en toda la organización. Al término de este proceso, el mismo consultor no desaparecerá sino que será una presencia recurrente en tu pyme para ofrecerte ayuda integral cada vez que lo necesites o surja un problema.

Contar con un socio para tu estrategia

Además, un servicio de consultoría de negocios te puede proporcionar una ayuda clave en la mejora continua promoviendo relaciones comerciales duraderas. Esto permite que tu consultor asuma un rol más activo convirtiéndose en una suerte de socio estratégico capaz de aportar su mirada analítica sobre la situación de tu organización y sugerir cambios o mejoras cuando, en su experiencia, lo crea oportuno.

La mayoría de las empresas pyme tienen un único dueño. Esto puede ser una ventaja por un lado, pero también una desventaja, porque las personas de las que se rodee buscarán convencerlo de aplicar cambios desde una óptica subjetiva y personal, en lugar de evaluar las necesidades estructurales de la empresa. En cambio, un consultor externo que ya tenga un amplio conocimiento brindando servicios de consultoría a otras empresas y la experiencia necesaria para saber qué aspectos priorizar en cada caso podrá desarrollar un ojo crítico libre de sesgo que te permitirá crecer confiadamente, sabiendo que las decisiones que tomes estarán respaldadas por personas calificadas en la materia.

Sin ser una persona que participa de las utilidades de la empresa, el consultor se comporta como si las decisiones que se fueran a tomar le afectaran como tal, por lo que buscará fortalecer los lazos comerciales a largo plazo, asegurándose de que tu organización crezca. En definitiva, es la consultoría de negocios carrera que impulsa el logro de metas y objetivos de crecimiento, de manera personalizada y enfocada en las necesidades, tanto a nivel organizacional como individual.

 

¿Qué hacemos en Crentio?

¿En pocas palabras? Mejoramos los procesos de nuestros clientes a través de la implementación de herramientas de software en la nube. Para que las ideas no queden en el aire, con la implementación de un software de gestión puedes bajar a tierra tus procesos estandarizados y volver tu pyme más ágil y eficiente. De lo contrario, los mapas de proceso tradicionales se guardan en un cajón y no aportan ningún valor real.

Si quieres comenzar a transitar este camino de la consultoria de negocios, agenda una reunión con nosotros para que te ayudemos a hacerlo posible.