A todo empresario le gusta ver su empresa crecer y le emociona saber los beneficios que ese crecimiento le traerá, de eso no hay duda.
Sin embargo, en el proceso de expansión de una empresa existen algunos obstáculos que se deben superar para lograr con éxito el desafío de llevar la empresa al siguiente nivel.
Por ese motivo hoy te traemos estos 4 consejos que pueden ayudarte a evitar trampas que, aunque no se ven a simple vista, tropezar con ellas puede frenar o incluso revertir significativamente el crecimiento de tu empresa.
Mantener la concordancia entre la estructura de la organización y el nivel de facturación.
Como primer punto es importante resaltar que la estructura organizacional tanto en materia de talento humano como de infraestructura, procesos y tecnología; debe mantener un crecimiento acorde con las ventas, sabiendo que esta relación es bidireccional. Es decir, entre más ventas, más se debería robustecer la estructura, y para que crezca más la estructura, tendrán que haber más ventas que sostengan la inversión que esto conlleva.
Para esto es importante tener muy clara la tendencia de la demanda de nuestro servicio o producto, y evaluar si se ha incrementado, porque de ser así, es necesario hacer los ajustes correspondientes para cubrir dicha demanda y la que se puede presentar en el corto plazo.
Conociendo con certeza estos datos podremos tomar con anticipación decisiones importantes en pos del crecimiento de nuestra empresa.
Evitar la sobresaturación de colaboradores clave.
Teniendo en cuenta todo el esfuerzo que lleva encontrar a personas que estén verdaderamente comprometidas con su labor y que logren adaptarse a la dinámica laboral de tu empresa, es indispensable hacer todo lo necesario por cuidar de ellos una vez que los tengas, logrando mantener sus niveles de productividad y motivación, y evitando así fugas de talento.
Una de las razones por las que tus colaboradores clave disminuyen su rendimiento y de hecho pueden plantearse la posibilidad de dejar tu empresa: es la sobresaturación.
Si la empresa está trabajando al límite de su capacidad y sabes que tus colabores clave están dando el 100% por cumplir con los objetivos planteados pero están teniendo períodos de sobrecarga para cumplir con ellos, deberás buscar una solución rápida y efectiva para solventar esto.
Por supuesto, habrá ocasiones donde el ritmo de trabajo se vuelva más intenso o incluso algunas breves temporadas siendo esto completamente normal y saludable para el negocio.
Sin embargo, si esto se convierte en el modo habitual en que se ejecuta en tu organización, es muy probable que sea poco sostenible en el mediano plazo. Sobre todo porque son justamente las personas clave quienes suelen soportar la mayor parte del incremento de la actividad en el negocio.
Si bien es cierto que puedas encontrar alguien que pueda cubrir esa vacante (en caso de que algún colaborador decida abandonar su puesto por dicha sobrecarga), y que su perfil se ajuste a las necesidades de la misma; hay que tener en cuenta todos los contratiempos que esta situación puede generarle a la empresa: que van desde iniciar un proceso de reclutamiento y selección, hasta la capacitación del empleado y su adaptación al equipo.
Esto sin mencionar que las personas de alto rendimiento casi siempre se encontrarán trabajando activamente ya en otra empresa, por lo cual incorporarlos supondrá un desafío adicional, además de una inversión considerable en contraprestaciones.
Y por supuesto, todo lo mencionado anteriormente tendrá un impacto en la productividad general de la empresa.
Este tipo de situaciones pueden evitarse identificando a tiempo cuando es momento de contratar personal para un área específica o, implementando herramientas que permitan reducir la carga laboral sobre tus colaboradores en dicha área.
Cuidar que el crecimiento de la empresa no se traduzca en pérdida de calidad
Mantener la calidad de tu producto o servicio debe ser una de los objetivos principales a medida que la empresa se sigue expandiendo, esto te permitirá mantener el nivel de satisfacción al cliente que ha ayudado a la empresa a crecer en primer lugar.
Porque ¿qué pasaría si ahora que la empresa está creciendo y tiene la posibilidad de obtener más participación de mercado, baja la calidad de su producto o servicio?
Es de suponer que los resultados no serían para nada buenos.
Tus clientes notarán está disminución en la calidad, que es probablemente una de las causas que los han llevado a elegir tu producto o servicio por encima de la competencia. En ese momento se van a plantear la posibilidad de cambiar de proveedor (y de hecho algunos lo harán), haciendo que todo el crecimiento que tanto esfuerzo ha costado mantener de alguna forma se pierda.
La solución a esto será asegurarte de que a pesar de que la empresa se haya expandido y ahora puedan atender a un mayor número de clientes, la calidad del producto o servicio mínimamente se mantenga. Algunos consejos que pueden ayudarte en este punto son:
Diseñar y formalizar los procesos en torno a las actividades clave del negocio, para asegurar que cualquiera los pueda seguir y cumplir.
Analizar los puntos críticos en que podrían presentarse problemas en tu producción o servicio, y establecer puntos de control específicamente en esas instancias.
Evaluar seriamente la satisfacción con tus clientes frecuentes, para entender desde su perspectiva si todo marcha “como antes”.
Evitar las recomendaciones negativas que pueden hacer perder reputación a tu empresa
Este último consejo se conecta con el anterior y es debido a que esa pérdida de calidad como consecuencia de la expansión de la empresa puede llegar a transformarse en recomendaciones negativas y una pérdida de la reputación de tu negocio.
En este caso es necesario tomar en cuenta nuestra propia disposición a recomendar algo como consumidores, ¿cómo recomendamos un producto o servicio que dejó de cumplir nuestras expectativas en cuanto a calidad? ¿Sería una recomendación positiva?, de seguro no lo sería.
Por ese motivo es de vital importancia para la supervivencia de la empresa mantener una imagen positiva con nuestros clientes, logrando así que nos recomienden y que esto siga haciendo posible sostener el crecimiento del negocio.
Es una buena idea pensar en las referencias comerciales como círculos: que podrán ser virtuosos o viciosos.
Una buena calidad genera recomendaciones positivas, que atraen el interés de nuevos compradores potenciales, y por consiguiente mejoran los ingresos de la empresa (aunque al mismo tiempo generan mayor estrés interno a nivel de procesos).
Por el contrario, una mala calidad se traduce en recomendaciones negativas, que implican un retroceso en las referencias, disminuyendo el nivel de ingresos. Lo paradójico de este punto (y especialmente peligroso), es que se necesitarán mayores fondos para revertir esta imagen; los mismos que se han visto disminuidos como consecuencia de la pérdida de ventas.
En pocas palabras: es sencillo ganar la confianza de un nuevo cliente cuando la calidad es buena, pero puede ser increíblemente costoso recuperar la confianza perdida cuando hemos incumplido con las expectativas de calidad de nuestros clientes habituales.
Resumen
El crecimiento de tu empresa puede traer beneficios invaluables como el aumento de la participación en el mercado, la expansión de tus productos o servicios a otros territorios, y por supuesto como consecuencia de lo anterior obtener un mejor ROI.
Sin embargo, este crecimiento requerirá que tu empresa evolucione en muchos aspectos y también de una visión analítica para poder identificar cuáles serían los errores que se pueden cometer en el en el proceso de expansión, y así poder evitar las consecuencias que estos tendrían.